Si las divagaciones de ese mercenario borracho de la CHOAM son de fiar, al bator Dakkar lo han destinado a labores de protección de la paz en la depresión de Hagga.
Llevo mucho tiempo buscando a ese malnacido.
El transporte de prisioneros será un objetivo excelente. Lamento la pérdida de vidas inocentes, pero son prisioneros; esas pobres almas casi deberían agradecerme que les haya perdonado algo tan indigno como ser esclavos de los Harkonnen. Cuando las patrullas lleguen para investigar, si se respeta el protocolo de los Sardaukar, tendré que atraer a Dakkar hasta la superficie.
Incluso tengo ya pensado el lugar perfecto para la emboscada: el valle en el que perdí a tantos soldados cuando los Sardaukar los atraparon. También es el lugar con el que soñó Ariste.
Es, cuando menos, muy apropiado.

Toda información que lleve a la muerte o captura de ZANTARA, alias «el León», se recompensará con la suma de UN MILLÓN DE SOLARIS.
ZANTARA es EL ÚLTIMO FREMEN y es el responsable de quebrantar la Gran Convención al usar armas NUCLEARES. ZANTARA también es el responsable del asalto a la terminal de Farragut.
Este infame forajido es el responsable de la destrucción de equipo de la CHOAM y de entorpecer el flujo de la ESPECIA.
MILES de inocentes han muerto por su mano. INFORMAD de todo avistamiento.
ADVERTENCIA: A menos que seas un guerrero habilidoso, no te enfrentes a ZANTARA directamente. En su lugar, usa la comunirred para contactar con las autoridades locales. Los Sardaukar se encargarán de gestionar todo informe y avistamiento.

Bronso, querido hijo:
Dicen que estás sano y salvo en Arrakis. La Sororidad ha hecho todo lo posible para ocultarme esta información, pero aún tengo amigas por aquí.
Me paso los días cuidando de los jardines de los claustros. Mis habilidades están romas y oxidadas, perdidas entre las murallas de mi prisión de terciopelo.
Soy la única persona que se ha librado de una acusación, pero he cambiado de un modo irreversible.
Pero ¿qué hay de ti, hijo mío? Me acuerdo de llevarte en mi interior. Ya entonces, cuando estabas en mi útero, sabía que eras especial. En los días previos a tu llegada, irradiabas poder y, ya de niño, Ariste Atreides y tú lograsteis cosas que creía imposibles en criaturas de vuestra edad.
Ahora ya eres un hombre adulto. Uno que me consta que es un ejemplo de honor y virtud. El digno heredero de Ix, de todo ese imperio tecnológico. Sé que, cuando vuelvas junto a tu pueblo, los gobernarás con honor y sabiduría.
Porque eres mi hijo y te quiero.
Tu madre,
Tessia Vernius