ID: 11
El alzamiento de la casa Atreides
El alzamiento de la casa Atreides
![]() | Libro del Códice |
Diario de Ashra Kaif, agregada del Consejo del Landsraad Lo recuerdo como si fuese ayer. Cuando me enteré de la invasión sorpresa de Ix por parte de los Bene Tleilax, estaba en mi despacho en Kaitain. No conseguía creérmelo. El conde Dominic Vernius y su dama Shando, que habían cenado en la mansión de mi señor hacía menos de un mes, enemigos del Imperio... Castigados por desafiar la Gran Convención... No sé qué habrá sido de ellos, lo más probable es que hayan muerto. Su casa también habría desaparecido de no ser por el viejo duque Paulus Atreides, quien intercedió por sus hijos, Rhombur y Kailea, a quienes prometió vigilar de cerca. Fue una apuesta muy astuta, ya que Rhombur terminó por recuperar Ix veinte años después, tras lo que la casa Vernius fue celebrada y readmitida en el Landsraad como si nunca se hubiese marchado. La casa Atreides se convirtió en un aliado muy fuerte y más popular que nunca. Y apostaría lo que fuera a que al emperador no le sentó nada bien... Informe anónimo interceptado de la Sororidad El duque Leto Atreides no siempre ha gozado de la popularidad que consiguió tras recuperar Ix de las manos de los Bene Tleilax. La enemistad de la casa Harkonnen hacia los Atreides eclipsa todas las demás, lo que casi hace olvidar que una casa en rápido ascenso como esta tiene muchos otros enemigos además de su némesis más notoria. Hubo muchos intentos de eliminar del tablero a este rival tan molesto y uno casi tuvo éxito. El duque salió indemne del atentado, pero otros cayeron... Hay un misterio en dicho acontecimiento: entre los heridos estaba Rhombur Vernius, que terminaría por reclamar el trono de Ix con la ayuda del duque. Moriría una década después, sin desvelar sus secretos y sin nadie cerca para oírlos, a excepción de su hijo..., que ahora ha desaparecido. En Arrakis, precisamente. Bronso Vernius podría estar muerto, pero lo dudo. Y también lo dudan los Bene Tleilax, que parecen tener un gran interés en él. Ahora conozco uno de los grandes secretos de Rhombur: no era fértil. Nadie sabe de dónde salió su hijo... Nota con manchas de sangre encontrada en un cadáver desarmado en el O'odham Al infierno con los Atreides. Da igual que gane esta casa o la otra. Duques, barones, emperadores... No importa quién gobierne, el resto estamos destinados a sufrir. Hice todo lo que pude con esa especia que encontramos en Ix, porque está claro que los Atreides no van a ganar esta guerra. Tuve la mala suerte de que era poco más que muerte en polvo. Antes era como ellos. Una de esas personas que adoraban al duque. Por unos breves instantes, cuando intercedió por mí después de que ese maldito Fenring empezase a vigilarme de cerca a causa de la especia que robamos, creí que quizá había servido para algo. Pero no lo hizo por mí, sino por su maldito honor. Por sus ideales. Ahí los zurzan. Ahí los zurzan a todos. Hay muchos como yo que estamos perdiendo la fe. Todos sabemos que solo es cuestión de años que la casa termine por venirse abajo. Y tengo muy claro que cualquiera de ellos aceptaría este billete gratis para salir de este desgraciado planeta. Que el duque se muera aquí en Arrakis si es lo que quiere. Yo habría preferido no acabar así. |
Inicia sesión para comentar