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Casa Atreides
Casa Atreides
![]() | Libro del Códice |
De un folleto de reclutamiento Atreides Somos la casa Atreides. No hay llamada que no podamos responder. No traicionamos ninguna fe. Se nos ha encargado traer la paz a Arrakis. ¡Y la casa Atreides ha aceptado! No obstante, ha sido un camino largo, inesperado y traicionero. Una Guerra de Asesinos dilatada en el tiempo se ha propagado a lo largo de los años. Hemos pagado un alto precio, pero traeremos el honor y la excelencia a Arrakis, cosas que son la antítesis de la casa Harkonnen. Quieren infectar con la toxicidad de su planeta natal todos los lugares y a todas las personas que entran en contacto con ellos. Podemos vencer, pero necesitamos tu ayuda. Las personas necesitamos vivir nuevas experiencias que sacudan nuestras entrañas y nos permitan crecer. Sin los cambios, hay algo en nuestro interior que se adormece y que no suele despertar. El durmiente debe despertar. ¡Encuentra tu despertar en Arrakis! Los enemigos nos rodean, pero eso no nos impide afirmar: ¡Estamos aquí y aquí nos vamos a quedar! ¡Habla hoy mismo con un reclutador! Del diario del teniente Anton Tolliver Hoy he perdido a otro agente. Se suponía que no tenía que pasar. Cuando respondí a la llamada, fui un ingenuo y me imaginé luchando hombro con hombro con mi señor y Duncan Idaho. Soñaba con que, si era capaz de hacer el sacrificio definitivo, acabaría inmortalizado en una de las canciones de Gurney Halleck. En lugar de eso, el sádico destino me ha traído a una Guerra de Asesinos, donde me dedico a la inteligencia militar. Me pudro en esta taberna supurante. Me paso el día buscando candidatos entre la chusma para luego lanzarlos a la picadora que es el espionaje. También buscando y odiando a mi némesis, Maxim Kazmir. También me he dado cuenta de que mis acciones se parecen cada vez más a las suyas. Tengo un sueño recurrente. Me miro en el espejo y veo la cara de Maxim. Esta mañana, no he podido evitar romperlo. Una carta del duque Leto a la dama Jessica Amor mío: Cuando se explora un temor, se vuelve menos aterrador. Parte del valor surge de ampliar el conocimiento. Estoy asustado, así que debo explorar ese temor. Nuestros recursos se agotan de una forma peligrosa y es posible que los Harkonnen venzan limitándose a esperar y dejando que nos desangremos en esta situación de tablas, pero no es lo que temo. La política del Landsraad es cada vez más enrevesada y retorcida, pero no es lo que temo. Un aluvión de traiciones nos llega del Trono del León de Oro, pero no es lo que temo. Temo la muerte de la identidad. Temo lo que la Guerra de Asesinos les ha arrebatado a los nuestros, algo que tan solo puede verse en la mirada y quizá no pueda recuperarse jamás. Incluso aunque venzamos, ¿seguiremos siendo los Atreides quienes han vencido? No debo transmitirles este temor, tan solo puedo compartirlo contigo. No basta con sobrevivir, ellos merecen más. ¿Cómo seguir siendo nosotros? ¿Cómo mantener la promesa de nuestra casa? Tuyo Leto |
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