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Las Grandes Escuelas
Las Grandes Escuelas
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Introducción a los problemas intergalácticos —docente Glax Othn Crees que sabes mucho sobre las Grandes Escuelas, ¿verdad? Sobre las Bene Gesserit, los mentat, la escuela suk y la escuela de Ginaz... Pero ¿sabías acaso que debemos agradecer su existencia a las máquinas pensantes? No te sorprendas tanto. ¡Es cierto! Tienes que tener en cuenta que, durante el caos que sobrevino después de la Gran Revolución, el Landsraad estaba en sus primeros años y no era más que la tenue llama de una vela que la mínima brisa podía terminar por extinguir. Hubo rencor, traiciones y facciones divididas... Bueno, lo cierto es que tampoco ha cambiado gran cosa. Lo que tienes que tener en cuenta es que este ente político tan frágil tuvo que reconstruir un imperio... ¡Una tarea monumental! Sobre todo, si tenemos en cuenta los límites de las leyes butlerianas, que prohibían toda tecnología. De hecho, la única forma de proceder era explorar nuevas posibilidades para el conocimiento humano y desbloquear así todo nuestro potencial. Fue entonces cuando, gracias a este pensamiento amplificado, llegó una nueva edad de oro en la que aparecieron las Grandes Escuelas, como serían conocidas más adelante. Y todo tras el intento de conquistar el universo de una inteligencia artificial genocida... Duncan Idaho sobre la escuela de maestros de armas Je, te diré una cosa sobre la escuela de Ginaz... Si vas allí pensando que puede llegar a parecerse en algo al gimnasio de guerra de una Gran Casa, te equivocas de lleno. Cuando llegas por primera vez a la academia, te encuentras con unos enormes templos neoclásicos de mármol blanco y liso. Unas estructuras imponentes que te hacen sentir como una hormiga que se ocultase a la sombra de un coloso. Obviamente, esa arquitectura formidable tenía el objetivo de intimidar y sobrecoger..., mostrar el valor inmenso que daban los maestros de armas a los conocimientos que estaban impartiendo..., conocimientos tan profundos que requerían un lugar igual de grandioso para transmitirlos. El lugar se construyó para ser un fiel reflejo de la confianza inquebrantable que los maestros de armas tenían por su oficio. Es una pena que hayan dejado de existir. Convertirse en un maestro de la espada es sinónimo de convertirse en un maestro de los hombres. Borrador de una conferencia cancelada del doctor Yueh en la escuela médica suk Para comprender la importancia de la escuela imperial suk, primero hay que saber reconocer los horrores propios de las Plagas de Omnius y la epidemia de Rossak en el 88 B. G. Estos dos acontecimientos médicos catastróficos provocaron miles de millones de muertes e inspiraron a nuestro fundador, el doctor Mohandas suk, para establecer una institución dedicada a combatir tanto estas plagas como las futuras. Su escuela consiguió crear los mejores doctores del Imperio. (Nota: Ampliar más tarde). Ahora, centrémonos en el tema sobre el que más ganas tenéis de aprender: el Condicionamiento Imperial. Por desgracia, hay que conservar cierta discreción..., pero este diamante tatuado aquí en mi frente es la prueba y el orgullo del proceso al que me sometí, uno que me obliga tanto a mí como a otros doctores suk a seguir la máxima principal de la medicina: «No hagas daño». Nunca podría arrebatar una vida humana. Nunca... (Varias líneas se han tachado con fuerza). . En una era marcada por el kanly, este rasgo nos aporta un valor incalculable como profesionales médicos de confianza. Piter de Vries sobre la escuela mentat ¿Quieres conocer más a fondo la escuela mentat? Primero, me gustaría saber por qué la tienes en tan alta estima. ¿No sabes acaso que nos vimos obligados a retorcer nuestros cuerpos y nuestras mentes hasta alcanzar estructuras antinaturales para encontrar así la manera de escapar de la naturaleza salvaje a la que nos abocaron los fanáticos butlerianos? ¡Sí! ¡Convertirse en mentat es subvertir la esencia misma de la humanidad! ¡Reorganizar la mente humana desde los mismísimos cimientos para desempeñar así el ingrato papel de un ordenador en una sociedad que rechaza todo tipo de máquina pensante! La exquisita ironía de todo esto, como era de esperar, es que corre el rumor constante de que la mente responsable de inspirar al primer mentat fue un infame científico y filósofo robot llamado Erasmus, sirviente eterno de esa IA del demonio. |
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