ID: 42
Piter de Vries
icon Libro del Códice

Notas del laboratorio de Abrax el Fresador, maestro tleilaxu
La divinidad da forma, y la quita, mientras plasmamos nuestra voluntad sobre la arcilla mortal. Hemos perdido todo un cultivo de especímenes. La designación A72 es catatónica. La designación A65 se quitó la cara con un trozo de cristal. El resto tienen delirios y están en un estado similar. La designación A59 es el único espécimen intacto.

Los no iniciados se refieren a ellos como los mentat pervertidos, pero ese vulgar epíteto comunica de forma certera el proceso. Se identifica una emoción negativa específica, única para cada espécimen, y se estruja y manipula. Se consiguen maravillas haciendo ajustes precisos a este dial.

Teoría: De algún modo, A59 ha accedido a esta información, ha decidido eliminar a la competencia, ha visitado al resto de la cosecha uno a uno y ha trasteado con sus diales emocionales únicos hasta volverlos locos a todos. Aunque es impresionante que haya conseguido abrir con semejante destreza un horizonte de sucesos en la mente de otra persona para provocarle semejante estado, la decisión tomada había sido la de eliminar a A59. No obstante, el barón Harkonnen se quedó tan impresionado con esta demostración de competencia demoníaca que está dispuesto a comprar a A59 por una cifra que sufrague su pérdida.
De las notas personales de Piter de Vries
¡La dama Jessica! Aún le envío detalles románticos. Nada inmediatamente letal, tan solo pequeñas cosillas para que vea que me importa.

¿Mi mayor logro se ha vuelto irrelevante ante el premio que me prometió el barón? No existe una agonía más exquisita. Conseguí lo imposible. Destrocé el Condicionamiento Imperial de un doctor suk... para que me invada la frustración ante los sentidos Bene Gesserit de la dama Jessica.

Y, pese a todo, este contratiempo trae consigo su propio premio: esta Guerra de Asesinos, esta intriga infinita. ¿Qué mejores aguas para que nade alguien como yo? ¿Qué mejor piedra en la que afilar mi astucia ponzoñosa?

Como mentat, sé cuándo enviará el barón a su ejecutor. Se contendrá de hacerlo mientras le sea útil. Mientras tanto, he de obtener recursos que le son desconocidos. Simone von Konig sería un buen punto de partida. Hay un momento en la cronología de esta Guerra de Asesinos en la que el arco de mi utilidad se cruza con el de mi peligrosidad. Y, cuando llegue ese momento, habré de actuar.

Y, luego, ¿qué?

¡La dama Jessica! He de adorarla. He de castigarla.


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