¡Te digo que el gusano se los cargó a todos! No puedo delatar a mis compañeros porque están todos muertos. No puedo confesar haber matado a los de la banda rival porque fue el gusano.

A ver, a veces hacemos tratos en el desierto profundo porque las tormentas de coriolis y los gusanos de arena más grandes disuaden a los curiosos. ¡Si ni siquiera pasan satélites sobre la zona! Además, hay riquezas como especia, restos de naves y laboratorios ocultos, si se puede dar crédito a los rumores.

Íbamos a saquear unos restos cuando, de repente, va y aparece otra banda. No sé quiénes serían, nos saltamos las presentaciones. ¡Que íbamos a liarnos a tiros! Y, entonces...

*Varios minutos de sollozos y sonidos irreconocibles*

Se los cargó. A todos. Los dientes. Había más dientes que estrellas. Se abrió el suelo. Un círculo enorme. Se tragó la nave y a todos menos a mí. Lo vi con todo detalle. Para abajo que se fueron. ¡Malditos sean mis ojos! No debería haberlo visto. Mis compañeros se precipitaron al infierno. No...

¿Cómo? ¡Pues claro que estoy seguro! ¡La boca formaba un anillo! ¡¿Por qué es tan importante, copón?! ¿Qué más dará...?

*Ruidos de sonarse la nariz varias veces seguidos de gimoteos*